Pequeños agricultores y cambio climático en Latinoamérica y el Caribe
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), estima que por efectos de cambio climático, el PIB agrícola se reducirá en algunos países de América Latina y el Caribe entre 3% y 17% hacia fines de siglo. Pero no hay que esperar 100 años, el cambio climático en la región a es una realidad. Las lluvias en el sureste sudamericano se han visto incrementadas, causando inundaciones y erosión; en el oeste de Centroamérica y el suroeste de Sudamérica ha disminuido el nivel de precipitaciones y aumentado las sequías; y los glaciares de los Andes tropicales se reducen.
Estos cambios en el clima, tienen un impacto negativo en los ingresos de los pequeños agricultores, quienes ya viven en su mayoría en pobreza (el 66% de la pobreza global se concentra en los hogares rurales). Esto nos lleva a un círculo vicioso, en el que los pequeños agricultores por vivir en pobreza, son altamente vulnerables a los efectos del cambio climático, y a su vez éste incrementa su vulnerabilidad a la pobreza. ¿Cómo salir de este círculo?
Las microfinanzas como instrumento para facilitar la adaptación al cambio climático
Los pequeños agricultores pueden reducir su vulnerabilidad al cambio climático, si cuentan con información, financiamiento y asistencia técnica que les permita implementar medidas adecuadas de adaptación. En este sentido, según un estudio realizado por la OECD, las instituciones microfinancieras (IMFs) son un vehículo atractivo para facilitar la adaptación, debido a que cuentan con redes de acceso a las poblaciones más pobres, a las que ayudan a hacer crecer sus activos, desarrollar pequeños negocios y protegerse de riesgos. Adicionalmente, las IMFs son flexibles: por ejemplo diseñan productos novedosos adaptados a las necesidades específicas de sus clientes, como es el caso de remesas y microseguros. Esta flexibilidad también les permite formar alianzas estratégicas con otras organizaciones para complementar sus servicios financieros.
Asimismo, los portafolios de crédito de las IMFs se ven beneficiados del desarrollo de productos financieros para la adaptación, ya que a través de éstos, se estabilizan o mejoran los ingresos de sus clientes, lo que evita que su capacidad de repago se vea comprometida.
EcoMicro: Asistencia técnica para el desarrollo de productos financieros verdes
En el FOMIN, junto con nuestro socio, el Fondo Nórdico de Desarrollo (NDF), buscamos a través del programa EcoMicro, soluciones innovadoras que permitan a MiPYMEs y poblaciones de bajos ingresos acceder a energías renovables, eficiencia energética y adaptación al cambio climático. EcoMicro está dirigido a IMFs de la región y se desarrolla en tres rondas, dos de las cuales ya han sido implementadas. Hemos visto como el interés de las IMFs en productos de adaptación ha aumentado considerablemente, en la primera ronda, el 31% de los participantes mostraron interés por créditos para la adaptación y/o microseguros agrícolas, este porcentaje aumentó a 57% en la segunda ronda.
Productos financieros verdes: algunos ejemplos
A través de EcoMicro, cuatro IMFs ya están diseñando productos financieros verdes para la adaptación:
El Fondo de Desarrollo Local (FDL) en Nicaragua, ha desarrollado un instrumento financiero para adaptación al cambio climático que incluirá créditos, asistencia técnica y microseguro agrícola. Se ofrecerá inicialmente a 300 productores de occidente y posteriormente se ampliará a todo el país.
Diaconía en Bolivia, desarrolla un producto financiero que incluye crédito y asistencia técnica, que permitirá en una etapa piloto, que 300 pequeños agricultores del departamento de La Paz, algunos de ellos, de origen aymara, mosetén y quechua, implementen medidas de adaptación, como cambio a semillas más resistentes a heladas y sistemas de microriego, lo que les permitirá estabilizar sus niveles de producción. Diaconía trabajará también con organizaciones económicas campesinas de mujeres, lo que nos permitirá conocer más sobre el impacto diferenciado del cambio climático por género.
De manera similar, Fundación Sur Futuro y Financiera El Comercio, diseñan productos financieros verdes en República Dominicana y Paraguay respectivamente. Hace un par de semanas, conocí a algunos de los pequeños agricultores de plátano, limón y aguacate, que se verán beneficiados con el proyecto que desarrolla la Fundación Sur Futuro.
Estos agricultores viven en el Sur de la República Dominicana, en poblados de difícil acceso y con altos niveles de pobreza. Conversando con ellos, nos comentaron como en los últimos años el nivel de lluvias en la zona se ha visto disminuido, por lo que es necesario que implementen sistemas de riego más eficientes, que construyan reservorios y en algunos otros casos que cambien sus cultivos a variedades más resistentes. El producto que diseña Sur Futuro incluirá créditos que serán complementados con asistencia técnica que será proporcionada por el departamento de recursos naturales y agricultura de la propia Fundación.
Esperamos que por medio de estos productos, los pequeños agricultores de la región puedan estar mejor preparados para enfrentar al cambio climático.